miércoles, 8 de agosto de 2018

EL HADA VIOLETA


Ocurrió un día cualquiera, donde existe la ilusión, que estando algo aletargada, tuve, una extraña ilusión. Pero aquello que creí que de un sueño era su don, no era más que origen de una dulce aparición. Por lo menos así, todo comenzó. 

Fue la primera vez que vi al hada Violeta, apareció de la nada, sin ninguna explicación. Asombrada, no daba crédito a lo que veía, las palabras atropelladas de mi boca, casi no querían salir. El entusiasmo se apoderó de mí, corrí hacia la puerta y de un portazo la cerré, para que no se marchara.

Sentí tan cerca su luz clara y cristalina que le dije: -No te escaparas-La quería para mí, para que su magia me abrazara por siempre jamás.

El hada parecía aterrada, huía despavorida revoloteando de un lado a otro de la habitación y yo, sin darle tregua, la acosaba persiguiéndola sin dejarla recobrar el aliento.


Por un momento se detuvo en el aire. Se veía tan hermosa en lo alto de una estela, parecía una rosa entre un enjambre de estrellas. Estaba iluminada, desprendía una extraña aureola con un halo de color añil y no veía más allá,  que poder hacerme con ella.

-¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?-le pregunté. Mientras volaba y volaba sin quererse detener. Hacía rítmicos giros con airecillos suaves que desprendía de sus alas y con un sutil zumbido que se asemejaba, a la musiquilla de un arpa celestial.

Me subí en la mesita de noche para darle caza, en la silla, y salté hasta por encima de la cama, dando palmadas. El hada, aleteaba desesperada, inquieta, dando rápidos revuelos terriblemente asustada.  Para recobrar el aliento se escondió detrás de una taza, pero enseguida la encontré y antes de darle caza, se escapó otra vez.

¡Qué cúmulo de sensaciones! Me sentía fascinada, sorprendida, maravillada y al mismo tiempo, raramente  entusiasmada. Pero cada vez que parecía acercarme a ella, el hada huía rápidamente, sin que pudiera cogerla.

En un almohadón hecho de mullido algodón, allí se posó, exhausta, para recobrar el aliento. Al observarla cansada, enseguida, me abalancé sobre ella y ¡ZAS! No medí bien mis fuerzas, con tan mala fortuna que le rompí una de sus alas.

Fue rápido, sin pretensión, pero el hada en un suspiro sin alma, se le agotó la magia y sin una de sus alas, se quedó.

Pobre hada, pobre ala ¿qué harás ahora sin ella? ¿Qué es un hada sin mágia? preguntó mi pensamiento sin que mis labios hablaran. Lo siento tanto, lo siento, lo hice sin intención.

El hada, recostada en una esquina, lloraba desconsolada, era tanto su sufrir, que su carita era el poema más triste de la constelación. Hasta las estrellas fugaces apagaron su resplandor. Y las flores de la dehesa, palidecieron de dolor.

El hada temblorosa y abatida se dejó vencer mientras me susurraba palabras tristes en el pensamiento.

-¿Cómo será no volar? será como morir en vida, como llorar sin lágrimas, como cantar sin voz.  Ya no podré reír con el viento, ni evadirme del silencio, ni esconderme entre una flor.


No pude soportar tanta amargura y sin más premura, cogí con cuidado al hada y también su ala y la guarde en el bolsillo.

Corrí y corrí hasta donde mis pies me llevaron. Me adentré en un lugar donde cada latido que manaba la tierra irradiaba caricias para el alma. Había árboles de colores y mariposas por todas partes. Una extraña luz lo cubría todo de un suave tono acaramelado. Había cisnes brillantes frente a un dorado estanque, donde la naturaleza desprendía magia por todas partes. Donde el lago de los deseos formaba parte de la magia que estaba a punto de comenzar…

Era todo tan impresionante que me pregunté ¿Será este el reino de las hadas? ¿Como lo podría saber…?

La cogí entre mis dedos y le dije: -Hadita mía, ten fe. Y fui cogiendo dos hojas y una flor, como se recoge el té, hasta formar un mullido colchón, donde la posé.

Enseguida comenzaron a aparecer hadas de luz, salían de todas partes, yo, maravillada, las seguía con la mirada, pero no podía moverme, me quedé, petrificada.

Se acercaron a ella todas y entre el cielo y la tierra se forjó una especie de pasadizo, por donde danzaban estrellas, por donde corrían ríos de oro, azucenas y mariposas. Y las hadas bondadosas, todas ellas, fueron tejiendo con su magia el ala malherida. Con hilos de amor, de gratitud, de ilusión, de belleza y de corazón. Así bordaron su ala, con puntadas de felicidad completa, para que recuperara toda su magia, el hada Violeta.

Al terminar la labor, el hada Violeta agitó sus alas y enseguida se elevó. Con su suave aleteo hacía sonreír al aire con delicado cosquilleo, mientras ella, reía alegre a carcajadas. Todas las hadas de luz se reunieron formando un círculo alrededor mía. Desde lo más alto se percibía un airecillo sonoro, y pudieron verse sirenas agitando sus colas en el río de oro.

Las hadas, todas ellas, susurraron al unísono en mi pensamiento, con exquisita levedad, palabras que parecían versos repletos de amabilidad, que fueron formando mares en mi entendimiento.
Me dijeron...
-Las hadas son libres como el aire, no pueden poseerlas los humanos, no están hechas para ser cazadas. Así son las hadas, de nadie, solo de la brisa o el viento, de cielo o la mar. Al humano que se  le conceda el don de ser visitado por un hada, pude dar gracias a Dios, porque será bendecido para siempre, con la magia y el amor.

Margary Gamboa ©Todos los derechos reservados
.

8 comentarios:

  1. Es precioso Margary; menuda imaginación. Saludos

    ResponderEliminar
  2. K bonito :) k fantasia, eres toda una artista!!!

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué capacidad de imaginación, Margary! Un cuento de estilo clásico, muy bien redactado y lleno de detalles que lo hacen muy atractivo!
    No sé si tienes nietos, pero ya tienes material para distraerlos, si es así.
    Ha sido un placer leerte.
    Con mi reconocimiento:
    JTeodoro

    ResponderEliminar
  4. Esto es literatura pura en todas sus vertientes y la imaginación acompañada de la sensibilidad que te caracteriza. inmejorable.
    Siempre a sus pies bella dama.
    Desde Galicia Josue

    ResponderEliminar
  5. Maravilloso Margarita. son preciosos estos cuentos. No sabia que escribias asi que sorpresa. Se los leere a mi sobrina que estoy segura de que le gusta.
    Un besiño.

    ResponderEliminar
  6. Msrgarita este cuento me da que pensar, creo que antes de mujer fuiste hada, de esas que hacen soñar...es un placer compartirte. Ramón.

    ResponderEliminar
  7. Maravilloso margarita ...un abrazo ...y no dejes d escribir

    ResponderEliminar
  8. Precioso,qué imaginación,me ha encantado

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu comentario, sin él este blog no luce igual.

LIBRO DE VISITAS

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

REGISTROS DE MIS OBRAS

Todos los textos publicados en este blogs son de mi autoria y están registrados en
SafeCreative. 
Puedes utilizarlos, siempre y cuando no modifiques el texto y cites autor y procedencia.