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Ocurrió, una noche, bajo el calor de la fogata, la niebla sobre el pantano
cubría su desnudez, y la luna a su vez, despertó más bien temprano.
A la hora de las tinieblas,
allí se puso a relatar, el mas bravo charlatán,
historias que el vello encrespa
sin ninguna compasión.
En aquella reunión
comenzaron a salir elfos de dos en dos, las hadas de las campiñas,
la reina de la luz,
y un ogro con un arcabuz
que disparaba todo el rato.
La niña, la más chiquita, lloraba aterrorizada, sus lágrimas todas, empapaban la puntilla del filo de sus enaguas, y sin saber como y porque,
de una lagrima brotó, una hadita de las aguas.
Y le dijo:
-Pequeña chiquilla ¿Porque lloras tan apenada? No ves que no hay mala intención,
son historias de cuartel, que se cuentan sobre el mantel, o a la luz de las fogatas.
Las hadas, todas ellas buenas son, y si hay algún bribón como el ogro de las balas,
cierra los ojos y piensa con el corazón, veras como desaparece y la reina de las hadas
con un beso en la frente, te dará su bendición.
Margary Gamboa.© Todos los derechos reservados
Gracias al Castillo mágico de poetas por este premio.
Hola Margarita soy Marina la de la tienda, no sabía q escribieras tan bonito seguire visitando tu blog un besito y despues te veo.
ResponderEliminarMargary, enhorabuena por el precioso poema que has escrito. Sigues una progresión ascendente. Pronto veremos publicado algún libro tuyo.
ResponderEliminarBesos de Ana y Félix.