Debo suponer que siempre estuvo allí, pero anduve tantas
veces por el mismo sitio y nunca lo vi. Hasta ese momento, en que los rayos del
sol bañaban la piedra y entre los dedos trepadores de la hiedra, un rayo de luz
se reflejó en un punto exacto. Solo por un segundo se hizo visible la barrera
que nos separa del otro lado.
Me produjo un gran impacto y sin pensarlo dos veces, crucé
una cortina de agua y vi, el jardín de las rosas, donde las risas se vuelven
chisposas y miles de campanillas caían en cascadas.
Había también un camino de flores y plantas de
caramelo.
Sobre el agua cristalina, nenúfares y lirios de limpios
colores. Y el cielo era del mismo azul que la mar.
¡Que precioso lugar! Parecía el país de los sueños donde
vive Peter Pan.
Me apresuré sigilosa, quise saber mucho más. Vi una luz
muy brillante, que se me hacía cegadora. Fui hasta allí sin demora, desde donde
pude ver con claridad un dorado estanque. Un cisne de tal belleza, flotaba en
solitario y una familia de patos nadaba con delicadeza.
Y de aquellas aguas cristalinas que parecían tan serenas,
salía una melodía hechizadora que quitaba las penas.
Los árboles, todos ellos parecían de acuarelas. También lo
parecían las nubes de algodón, que de caramelo eran. Y el campo era en si, todo
una autentica maravilla. Una alfombra divina de colores muy dispares, rojo,
verde, rosado, amarillo y un geranio colgante color malva. Allí en aquel lugar
tan deslumbrante miles de mariposas azules revoloteaban entre anaranjados tules
del alba.
¡Que lugar tan asombroso! Las hadas salían de todas
partes.
Me rodearon enseguida y cubrieron mis ropajes con un
polvillo luminoso.
Era magia sin duda y sin necesitar ni una pizca de ayuda
me dispuse a volar…Fue un instante etéreo y me di cuenta que aquellas pequeñas
hadas tenían un plan.
Todas ellas me escoltaron y hasta el cielo me elevaron sin
que me pudiera negar.
Desde lo más alto del todo, aquel jardín de las rosas fue
apagando sus colores y todas las mariposas fueron cayendo al mar. Y todas
aquellas flores que tanto resplandecían, se convirtieron en lágrimas de cristal.
La tristeza desde el aire, en aquel lugar se hizo evidente
sin poderlo remediar.
Fui saltando de nube en nube, volando sin flaquear.
Los luceros me miraban y yo les saludaba sin más, como si fuera normal
volar entre ellos.
Miré hacía tras un segundo por pura curiosidad y vi
que iba dejando una estela luminosa, como una estrella fugaz.
Por fin llegué a mi destino, un lugar diferente, donde lo
normal no es normal, si no divino. Me escoltaron hasta un palacio cristalino,
donde el llanto de un niño era estridente y constante. Eran tal los alaridos
que se rompía al instante todo sosiego y toda paz.
-¡Pobre niño!- gritaba la reina.
-¿Es que nadie lo puede calmar?
Las hadas, todas ellas se agruparon en un coro celestial.
Me ordenaron… -¡Hazlo callar!
¿Y como podía aliviar yo el llanto de un niño de un
palacio celestial?
Le dije:-Te contaré un cuento y empecé a relatar…
He conocido un lugar donde las noches no existen, donde
hay animalillos de chocolate y mermelada para merendar…
He visto una cortina de agua, una cascada de campanillas,
un cisne muy singular y una familia de patos que nadaban todo el rato en un
estanque sin igual.
Un jardín de rosas donde las flores son hermosas. Había
también un largo camino de flores y plantas de caramelo con multitud de
colores, para los niños buenos que han dejado de llorar…
El niño, me escuchaba atento a la vez que sonreía, parecía
divertirse y sin darse cuenta, dejó de llorar.
El llanto del niño ceso. Y las hadas de mi cuento, felices
y agradecidas para celebrar el evento, campanilla de colores empezaron a
tocar.
En el palacio transparente como el cristal, la calma se
hizo evidente y por fin, el silencio pudo reinar. Fue así como calme el llanto
de aquel niño celestial. Y regresé por el viento a aquel lugar tan especial, al
jardín de las rosas, donde las risas se vuelven chisposas y los cuentos, se
hacen realidad.
Margary Gamboa.
Pero q bonita eres coño!!!!!! Te quiero. :)
ResponderEliminar!Hola mi niñaaa!Por un momento creí que era un hada de mi cuento que se había escapado del jardín, jejeje. Gracias preciosa. Yo también te quiero.
ResponderEliminarque bonnito me senti como en un cuento de verdad la protagonista besos felicitaciones a mis nietas les va a encantar se lo pondre para que lo veas gracias ... soraya santana..
ResponderEliminarDesde Argentina, te escribe Paola. Qué bonito cuento! Cómo tantas sensaciones se fueron sucediendo, a medida que leía las imágenes pasaban por mi mente dejando un sabor muy dulce.
ResponderEliminarGracias por permitirnos soñar! Beso enorme.
Paola